Del mismo modo que los alérgicos temen la llegada de la primavera, las personas que sufren cefaleas o migrañas padecen especialmente el verano y sus calores. Y es que, como advierten los neurólogos, en época estival se incrementan los dolores de cabeza.
Según recuerda la Sociedad Española de Neurología (SEN), las cefaleas aumentan los dolores de cabeza debido, sobre todo, al calor, a la alteración de los ritmos biológicos y a los cambios en la temperatura corporal.
Causas: calor, alteración de los ritmos biológicos y cambios de la temperatura corporalSegún los últimos datos epidemiológicos, se estima que entre un 85% y un 90% de la población ha sufrido algún caso de cefalea durante el último año.
En el caso de la migraña, la prevalencia oscila entre el 12 y el 13%, aunque en las mujeres esta cifra se eleva a casi el 18%.
Pero quienes sufren cefaleas o migrañas desarrollan con más facilidad estas patologías en el estío, sobre todo durante los días en los que las temperaturas son más altas.
Según recuerda la Sociedad Española de Neurología (SEN), las cefaleas aumentan los dolores de cabeza debido, sobre todo, al calor, a la alteración de los ritmos biológicos y a los cambios en la temperatura corporal.
Causas: calor, alteración de los ritmos biológicos y cambios de la temperatura corporalSegún los últimos datos epidemiológicos, se estima que entre un 85% y un 90% de la población ha sufrido algún caso de cefalea durante el último año.
En el caso de la migraña, la prevalencia oscila entre el 12 y el 13%, aunque en las mujeres esta cifra se eleva a casi el 18%.
Pero quienes sufren cefaleas o migrañas desarrollan con más facilidad estas patologías en el estío, sobre todo durante los días en los que las temperaturas son más altas.
Consejos para evitar cefaleas
Los especialistas dan cuatro recomendaciones a las personas que sufren migrañas o cefaleas.
Los efectos de tanto calor
La dilatación de las arterias y el aumento de la presión atmosférica provocados por el calor incrementan el riesgo de sufrir estos trastornos, que pueden aparecer, además, como consecuencia de una insolación o por el agotamiento provocado ante un exceso de la actividad física.
Los desajustes horarios en comidas y sueños tampoco son convenientesEn estos dos últimos casos, los dolores de cabeza en ocasiones vienen acompañados de náuseas, calambres, hipotensión, visión borrosa, cansancio e incluso pérdida de consciencia en el caso de que se produzca un golpe de calor.
La propia intensidad de la luz también es un motivo, al que se añaden los cambios bruscos de la temperatura corporal producidos por la ingesta de una bebida muy fría, de un helado o por la exposición a los aires acondicionados.
Los neurólogos incluyen como causas de las cefaleas los cambios en el ritmo vital y de las actividades que se producen en vacaciones, así como los desajustes horarios, tanto en comidas como en sueños.
Los desajustes horarios en comidas y sueños tampoco son convenientesEn estos dos últimos casos, los dolores de cabeza en ocasiones vienen acompañados de náuseas, calambres, hipotensión, visión borrosa, cansancio e incluso pérdida de consciencia en el caso de que se produzca un golpe de calor.
La propia intensidad de la luz también es un motivo, al que se añaden los cambios bruscos de la temperatura corporal producidos por la ingesta de una bebida muy fría, de un helado o por la exposición a los aires acondicionados.
Los neurólogos incluyen como causas de las cefaleas los cambios en el ritmo vital y de las actividades que se producen en vacaciones, así como los desajustes horarios, tanto en comidas como en sueños.
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